Tema:
El reinado de Cristo en la nueva creación supera a lo antiguo.
Realidad contemplada:
Ser inmigrantes en un país nuevo con culturas distintas. El
problema de los conflictos generacionales que emergen de esta situación.
Meta:
Ayudar a la gente a sentirse orgullosa de su rica tradición y al
mismo tiempo a estar abierta a integrar lo positivo de lo nuevo. También
ayudarle a tener más comprensión y tolerancia en el proceso
de cambio presente en las generaciones nuevas.
Símbolos en este contexto:
La Virgen enfrente del sol sin ocultarlo y sobre la luna, sin aplastarla.
Quetzalcóatl y Tonantzín reemplazados pero no destruídos.
Lecturas bíblicas:
Gal.4:19-27.31; Sal.72 (vea el 17 de dic.)
Lc.1:68-79
Aleluia: Aleluia. Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos, y todo ser mortal verá su salvación. Aleluia. (del jueves de la 3ra. semana de adviento)
Tema desarrollado:
La madurez a la luz del evangelio requiere que uno sepa crecer interiormente.
Eso requiere que uno sepa retener lo bueno de lo antiguo mientras se rechaza
lo malo; también, saber asimilar lo bueno de lo nuevo mientras que
se rechaza lo malo. Ahora vamos a explicar esto en más detalle.
Cuando Cristo comunicó su mensaje al pueblo de Israel, una de
las cosas que les costó aceptar a muchos de los judios, era el hecho
hacerse uno con los griegos, los samaritanos y los romanos, que tenían
costumbres y culturas distintas. Pero Jesús insistió que
él vino para todo el mundo, y para ello, era necesario hacer unos
ajustes para que todos se sintieran agusto. La alianza que hizo Dios con
Moisés y sus antepasados era necesaria para formar el pueblo de
Israel, pero esta fue solo una preparación para la llegada de Cristo
el cuál establecería una alianza permanente entre Dios y
todas las naciones. Por eso aquello ya era imperfecto en comparación
de lo que traía Cristo. Cristo reemplaza a Moisés; la alianza
en el monte Sinaí, sellada con sangre de animales queda reemplazada
una vez y para siempre por la alianza en el monte Calvario sellada
con la sangre de Cristo. O, como dice San Pablo simbólicamente,
'la mujer de la esclavitud es reemplazada por la mujer de la libertad'.
Algo semejante pasó con los aztecas, como también, con
otros pueblos en el continente americano. Ellos tenían su religión,
pero todas las religiones humanas necesitan ser purificadas de elementos
negativos através Cristo, que como nos dice el evangelio de hoy,
es luz y guía de la naciones que viven en las tinieblas y en las
sombras de la muerte. Es mediante el Espíritu Santo que Cristo nos
va haciendo entender cada vez más ese mensaje de salvación
a medida que pasa la historia.
Vamos a mirar esto más de cerca simbólicamente representado
en Guadalupe. Como hemos dicho, el nuevo sol es Cristo, quien amanece sobre
Tepeyac, trayendo la salvación al continente americano. Sobre las
ruinas del templo dedicado a Tonantzín, se contruirán un
nuevo templo en honor a la Virgen de Guadalupe. Los aztecas sabían
que la destrucción del templo viejo, significaba el fin de la época
de sus deidades. Todo quedó muy claro para ellos cuando vieron la
imágen de Guadalupe. La Virgen sin destruir a Quetzalcóatl,
representado por el sol, lo reemplaza poniéndose en frente de él.
Pero el centro del universo nuevo, no es ella. El que lleva escondido en
su vientre está en el centro de la imágen. Eso significa
de que él es ahora considerado como el centro del universo. El embarazo
está indicado por una flor naviogli al centro de la imágen,
sobre el vientre. (Rodriguez-1994: 29. cf. Parent Martínez: 1986).
Como la flor del naviogli es símbolo del dios solar, fácilmente
se puede hacer la conexión simbólica de Cristo en el vientre
con la flor y con el sol, así presentándose Cristo como el
nuevo sol. La cinta negra que lleva alrededor de la cintura, también
es una señal de que está encinta, pero esto habla más
al mundo español. La Virgen tambien se para sobre la luna sin aplastarla.
En este contexto, la luna simbolizaría a la diosa lunar Meztli (Fernández-1992/1995:
124); la Virgen se presenta como superior a Meztli (Elizondo-1989: 127-128).
La superioridad de lo nuevo también es evidente. Los dioses aztecas,
por ejemplo, eran presentados sentados y enmascarados, imponíendo
su poder sobre sus súbditos e infundíendoles temor. Esta
situación fomentaba una esclavitud espiritual en la gente, así
como muchos de los judías se habían vueltos esclavos
de la ley. Tanto la realeza azteca como la y española atendían
sentados a sus súbditos.
La Virgen, por el contrario, aparece sin máscara, parándose
cerca de Juan Diego. En la a imágen, su cabeza está inclinada.
Esto muestra su sensillez, su humildad y su preocupación como
madre amorosa y cercana. Tambien para los españoles, la postura
de estar sentado, era una que indicaba un poder de tipo autoritario. Las
relaciones de la Virgen con Juan Diego son tiernas, cercanas y dignificadoras
como indica el sufijo nahuatl 'tzin' agregado a su nombre. En catellano,
esto normalmente se traduce como un diminutivo. 'Diego' se torna 'Dieguito',
así como la gente le dice 'Virgencita' a la Virgen.
Esta relación amorosa, de confianza, creaba una libertad interior.
Restauraba en los indígenas la dignidad humana que habían
perdida a causa de la dominación colonial española. Ya no
tendrán que estar sujetos a los traumáticos sacrificios humanos.
El nuevo sacrificio será que nos consagremos a Dios en el amor,
sacrificándonos en el servicio de los unos a los otros a ejemplo
de Cristo.
Es importante destacar que Guadalupe llega a ser un punto de encuentro
donde aztecas y españoles pudieron encontrarse espitual y culturalmente.
El tío de Jaun Diego dijo a los españoles que la Virgen se
había identificado como 'Tlecuauhtlacupeuh'. Eso sonaba para ellos
como Guadalupe, que era su patrona en Extremadura, España, de donde
venían muchos de los colonizadores. Fue también una época
en que la devoción a Guadalupe en Extremadura estaba en auge. (Rodriguez-1994:
45. cf. Escalada 1965: 13).
¿Y que tiene que ver eso con nosotros hoy? Los hispanos en EEUU
se encuentran en una situación de cambio. En realidad todo el mundo
está en este proceso de cambio fundamental en su historia. El Concilio
Vaticano Segundo nos urge a cambiar y a adaptarnos a los tiempos históricos
actuales. Los hispanos en EEUU tambien necesitan hacer ajustes culturales
dentro de un país nuevo. Son los hijos los que más lo van
a lograr. Eso no significa que hay que rechazar lo viejo; todo lo contrario.
Hay una gran riqueza que heredamos. Pero si no se actualiza esa riqueza
se va a perder en las generaciones futuras. Los hispanos necesitan hacer
una evaluación de lo tradicional a la luz de lo nuevo. No todo lo
nuevo es bueno y la fidelidad al evangelio nos exige que rechacemos enérgicamente
lo malo. Un ejemplo de ello es el materialismo y consumismo. Pero no todas
las tendencias tradicionales son buenas tampoco. El autoritarismo y el
machismo son algunos ejemplos de tradiciones que se debe superar. El libertinaje,
que es común en la nueva sociedad en que viven los hispanos, tampoco
es bueno. El sentido de familia, de pueblo, de hospitalidad, por otra parte,
son tesoros tradicionales, que nuestros hermanos de EEUU harán bien
en incorporar más en su cultura. Nosotros ganaríamos tambien
de nuestros hermanos del EEUU al incorporar más un sentido cívico
por lo que es el uso público de las cosas.
Los cambios evidentemente traen conflictos generacionales, pero un
diálogo calmado, maduro, de intercambio y respeto mutuo, llevará
al crecimiento a las diversas generaciones. Ni el autoritarismo de los
padres, ni el libertinaje de los hijos pueden contribuir a una solución
de los problemas. Con una autoridad que sabe escuchar y dialogar con los
hijos, y con la búsqueda de la libertad responsable de los hijos,
se llegará a insospechados caminos nuevos para ambas generaciones.
La forma en que celebramos la Liturgia, incluyendo las celebraciones
guadalupanas, tambien exige de nuestra parte hacer reajustes dentro de
un país nuevo.. No podemos celebrar a Guadalupe como si estuviéramos
aún en México. Estamos celebrándola con aquellos que
no han nacido allá y debemos hacer ajustes para que ellos no se
sientanexcluidos sino incluidos. De lo contrario, la fiesta de Guadalupe
con su valioso mensaje, corre el peligro de desaparecer en futuras generaciones
o de ser reducida a una fiesta meremente folklórica.
Preguntas: ¿Aceptamos hacer los cambios necesarios en nuestra vida que nos exige las situaciones nuevas y la madurez cristiana? ¿En este proceso de cambio, tratamos de mantener un diálogo maduro entre padres e hijos?
1. Para que sepamos estar abiertos al Espíritu Santo cuando nos
invita a hacer los cambios necesarios en nuestra vida según el tiempo
de la historia y el país en que nos toca vivir. Oremos al
Señor.
2. Para que haya en estos tiempos de cambio más entendimiento
entre padres e hijos y que el Señor, por la intercesión de
la Virgen, traiga la reconciliación entre aquellas familias que
han roto lazos familiares, o que viven en serias tensiones internas. Oremos
al Señor.
3. Para que la gente de EEUU esté abierta a enriquecerse de
los valores tradicionales hispanos que brotan del espíritu del evangelio.
Oremos al Señor.
4. Para que la Virgen de Guadalupe inpire a la Iglesia para que encuentre
las formas más adecuados de transmitir el mensaje de salvación,
encarnándose respetuosamente en las distintas culturas del mundo.
Oremos al Señor.
5.Para que todos los hombres, en todas las culturas del mundo, accepten
ser transformados por la Palabra salvadora de Cristo que renueva todas
las cosas. Oremos al Señor.
Oremos:
Dios amante de todas las diversas naciones, mientras avanza la historia
y en mientras la vida nos lleva por rumbos diversos, dános corazones
libres y llenos de tu Espíritu Santo, para que sepamos adaptarnos
a las nuevas situaciones de la vida, sin traicionar los valores del evangelio.
Esto te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor. Amen.