NOVENA MISIONAL GUADALUPANA EN EL CONTEXTO DEL ADVIENTO

Por Christopher Gibson, CP - 1996

Orientacienes de la Liturgia de la Palabra

Quinto Día

Tema: El Reino de Dios superará a todos los reinos mundanos
Realidad contemplada: La necesidad de relativizar las cosas de este mundo y de resistir de ser absorbido por la sociedad de consumo, mientras uno trata de construir de la Civilizazión del amor al mismo tiempo.
Meta: crear la conciencia de la prioridad absoluta del reinado de Cristo sobre todos los poderes temporales de este mundo. Crear así la actitud de subordinar los intereses personales y nacionales a los intereses de Cristo.
Símbolos en este contexto: La montaña, significado de las pirámides e importancia del Tepeyac para los Aztecas, la construcción de un nuevo templo sobre las ruinas del viejo. Nuevo significado cristiano.

Lecturas bíblicas:

Isa.2:1-5; Sal.122 (vea lunes de la 1ra.semana de adviento); Jn.2:13-23

Aleluia: Aleluia. Oh Llave de David, tú abres las puertas del Reino de los Cielos; ¡ ven y saca a los cautivos de la cárcel, donde viven en tinieblas! Aleluia. (del 20 de dic.)

Nican Mopohua (adaptada). 2:14.23-26
 

Cuando Juan Diego llegó a la  cumbre del cerrito, vió a una señora, que estaba allí de pie y que le dijo que se acercara.
Llegado a su presencia, se maravilló mucho de su grandeza sobrehumana: su vestidura parecía el sol, emitiendo rayos.
Ella luego le habló  y  le descubrió su santa voluntad; le dijo:  "Sabe y ten entendido, tú el más desamparado de mis hijos,  que yo soy la siempre Virgen  Santa  María,  Madre del verdadero Dios por quien se vive;  del Creador  cabe quien está  todo; Señor del cielo y de la tierra.
Deseo vivamente que se me erija aquí un templo,  para en él mostrar y dar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa, pues yo soy tu  madre piadosa, a ti, a todos ustedes juntos  los moradores  de esta tierra  y a los demás  amadores  míos que me invoquen  y  en mi confíen; oír allí sus lamentos, y remediar todas sus miserias, penas y dolores."
Tema desarrollado: El Reino de Dios debe emerger y transformar la historia desde dentro, derribando a los gobiernos tiránicos, corruptos, opresores y haciendo aparecer gobiernos de justicia, verdad, libertad, amor y paz.
Muchos pueblos de todos los tiempos han tenido la costumbre de construir templos en lugares elevados. La cima de una montaña parece estar más cerca del cielo. Estando arriba, uno tiene un hermoso panorama y uno puede ver mas extensamente el mundo allí abajo. Las cosas que valoramos más las ponemos en alto. Así deben ser las cosas de Dios. Deben estar en lugar pominente en nuestras vidas. Desde la perspectiva de Dios vemos mucho mejor las cosas de la vida. Con la ayuda de Dios podemos entender el sentido de la vida, del sufrimiento y de la muerte.
En la biblia, las experiencias religiosos de mayor importancia, acontecen en las cumbres de montañas. Los diez mandamientos fueron dadas en el Monte Sinaí. Cristo nos dió las bienaventuranzas sobre un cerro, se transfiguró sobre otro, murió sobre el monte Calvario y ascendió al cielo en el monte Olivet. El mismo Jerusalem y su templo está contruido sobre un monte. Muchos de ellos no son altos pero todos son elevaciones. Tambien tenían importancia templos puestos al centro de las ciudades consideradas santas. Tambien estas ciudades muchas veces eran donde se centralizaba los poderes políticos y económicos y muchas veces esos centros han servido a los intereses individuales de las personas en el poder y no a los intereses de Dios y de su pueblo.
Todas las naciones de Mesoamérica han tenido este mismo sentir por los lugares altos. Por eso se construyeron las pirámides como lugares de sagradas. Eran consideradas templos. Por eso también un lugar como el monte Tepeyac era un lugar de culto dedicada a Tonantzín. Pero su templo fue destruido. ¿No será reflejo simbólico de las palabras de Cristo: "Destruya este templo dice Jesús y en tres días lo volveré a edificar?" Cristo ha venido a plantar su reino. Los templos que se deben destruir, son aquellos que sirven a los intereses egoístas de algunos a expensas del pueblo. No es que Dios quiera quitar los poderes temporales, sino que quire que se tranformen desde adentro, de manera que los valores del reino estén siempre primero. Si el reino verdaderamente estuviera al centro de los intereses de las personas, entonces todas las estructuras y poderes generarían la bondad, la justicia, la libertad, la verdad, el amor fraterno. La contrucción de un templo nuevo en Tepeyac tendría una significación profunda para la gente. Este es el templo nuevo desde donde nuevos corazones podrían ser creados y desde donde se podría construir una civilización nueva basada en el amor. Con un templo nuevo en Tepeyac, este es el lugar para generar corazones nuevos para que haya una civilización nueva basada en el amor. Pero el templo en Tepeyac sería un lugar en medio de mexicas pobres y no en medio de los centros de poder dominadores, como los de Tlatelolco, en el centro de la ciudad. (Siller Acuña-1981/1989-77; Elizondo-1980: 73, 117). Tepeyac nos recuerda que el poder the Dios emerge desde la vida sencilla y generosa, que se encuentra principalmente entre los pobres.
Cristo estableció la civilización del amor para siempre y para todos los lugares. Es una civilización que cruza fronteras nacionales e históricas. Cristo formó a la Iglesia para formar esta civilización nueva y eterna, comunmente llamada el Reino. Por eso los intereses personales, familiares, nacionales se relativizan ante el reinado de Cristo. Cristo nos enseña que si amamos a otros más que a él, no somos dignos de él. Si un gobierno por ejemplo me pide cometer una injusticia, mi lealtad es primero a Cristo antes que a un gobierno. Por eso no debo cometer una injusticia aún si me castigan a causa de ello. Si una familia presiona a uno de sus miembros a cometer un acto contra la voluntad de Dios, esa persona debe obedecer a Dios aún si queda desheredada por la familia. Estos son ejemplos extremos pero iluminan mejor lo que aquí estamos hablando. Seguir a Cristo en todo puede llevar a grandes sacrificios. También uno necesita ser firme frente a todo aquello que ofrece una sociedad que es contraria al evangelio. El consumismo, las ambiciones materialistas y de poder, las drogas, el libertinaje en todas sus formas deben ser rechazados firmemente. Entonces si, serán destruidos los templos de este mundo y Cristo podrá contruir en nosotros un templo nuevo, fundado en su sacrificio en la cruz. Porque es desde el amor sacrificial en fidelidad a Dios y en servicio a los demás, en donde se construye el templo nuevo.

Preguntas: ¿Nos aferramos a las cosas de este mundo, olvidando que somos peregrinos, o luchamos de corazón para que el Reino sea cada vez mas visible en nuestra vida y en el mundo que nos rodea?

Oraciones de los Fieles para el Quinto día de la Novena

Presentemos ahora nuestras peticiones al Señor respondiendo: Señor escucha nuestra oración.

1. Para que en medio de un ambiente que muchas veces refleja lo contrario de lo que quiere Cristo, sepamos optar firmente por él y su reino, aún si esto lleve al rechazo, la ridiculización, la calumnia, la persecución o incluso la muerte.  Oremos al Señor.
2. Para que el Espíritu nos asista y la Virgen nos inspire para que podamos contruir una verdadera comumnidad de amor en nuestro rincón de la ciudad. Oremos al Señor.
3. Para que cese la corrupción de las drogas, la corrupción moral,  la violencia en las calles y en los hogares, el abuso y abandono de los menores y de los ancianos, y la discriminacion racial. Oremos al Señor.
4. Para que la Virgen de Guadalupe inspire a la Iglesia a ser siempre fiel al evangelio y para que la ayude a reconocer a aquellas cosas que no se conformen con el mensaje de Cristo, para que se liberen de ellas.  Oremos al Señor.
5. Para que el Espíritu de Dios sostenga con su poder todas aquellas personas de nuestro tiempo que con sus voces proféticas tratan de levantar una civilización del amor en medio de un ambiente de oposición al servicio de intereses ajenos al evangelio. Oremos al Señor.

Oremos:
Dios poderoso, infunde en nosotros el poder de tu amor, para que sepamos optar firmente por los valores de tu reino, aún cuando esto significaque tener que llevar la cruz. Dános el valor de estar dispuesto a morir por la verdad si es necesario. Y que tengamos la fuerza de la Virgen, que te apoyó de pie junto a la cruz, cuando tu moriste por nosotros. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.



 

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